Cómo cuidar tu hortensia

La hortensia, originaria de Asia, es una planta muy llamativa y con un alto valor ornamental. En las zonas más húmedas de España podemos encontrarlas en grupo, a pesar de que son muy conocidas y apreciadas como plantas de maceta. 

Cuidados de las hortensias

Las hortensias requieren unas condiciones bastante específicas. Y, aunque no es una flor fácil, no hay nada imposible si sigues las pautas que vamos a darte a continuación.

Riego 

El primer factor a tener en cuenta es el riego. Para que la planta crezca fuerte y sana, necesitaremos regarla un par de veces a la semana; incluso tres si el clima de nuestra zona es cálido.

Porcentaje de humedad 

La hortensia necesita un gran porcentaje de humedad para su correcto desarrollo, aunque debemos evitar siempre el encharcamiento del terreno.

Color 

Teniendo en cuenta que podemos encontrar más de 200 especies distintas, los colores pueden ser muy diferentes: desde blancos y rosas, pasando por lilas y violetas hasta azules intensos. El color de la hortensia viene determinado por el pH del suelo. Por ejemplo, suelos con pH superior a 5.5 suelen dar flores rosas; suelos ácidos con un pH inferior a 5.5, azules. Por el contrario, las flores blancas no se ven afectadas por el pH. 

Otra de las curiosidades de esta flor es que su color puede modificarse. No obstante, es un proceso un poco largo. Cambiar el color de una hortensia es posible, pero requiere un poco de paciencia.Si necesitas asesoramiento para ello, escríbenos. ¡Estaremos encantados de ayudarte!

Sol

Una hortensia necesita una media de cinco horas diarias de sol para florecer. No obstante, si el clima es caluroso tendrás que procurarles un lugar con sol indirecto, ya que podrían llegar a quemarse. Si tu planta no tiene flores, es signo de que no está bien ubicada y que no recibe suficiente iluminación. 

Propiedades del suelo 

Por último, otro de los elementos que tendremos que tener en cuenta es el suelo. Empezaremos diciendo que estas plantas no crecen bien en suelos alcalinos. En cambio, agradecen suelos ricos, porosos, húmedos y bien drenados. 

¿Te han sido útiles estos consejos? Si tienes alguna duda, puedes hacérnosla llegar en comentarios.

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